sábado, diciembre 30, 2017

Mejores lecturas del 2017


El 2017 fue un año interesante. Comencemos por decir que fue un año mucho más ocupado que los anteriores, lo que seguramente notaron por las ausencias ocasionales en este sitio. Ha sido así desde el 2016, cuando en mi trabajo comencé a tener más, vaya, trabajo. Lo interesante de todo esto es que, pese a esas ausencias, no he perdido las ganas de escribir aquí y eso lo considero un win.

¿Cuáles fueron mis mejores lecturas del 2017?


Voces de Chernóbil, de Svetlana Alexiévich {reseña} es, definitivamente, la mejor lectura de este año. Hacía mucho tiempo que no leía algo tan estremecedor como este conjunto de testimonios de sobrevivientes de Chernóbil. Éste libro es de esos que gustan porque sean sólo interesantes o por estar bien escritos, sino por la gama de emociones con las que te quedas al terminar de leerlo. 

La trágica historia del Dr. Fausto, de Christopher Marlowe. Leí esta obra de teatro con mis alumnos al principio del año y fue fenomenal. Es un Fausto completamente distinto al de Goethe, con el que tampoco podría compararlo porque ambas sobras son fantásticas. Al leer esta obra, me quedó bien claro por qué todo el mundo lloró la muerte de Marlowe y por qué mucha gente considera que, de haber vivido, Shakespeare quizá habría permanecido a la sombra de Marlowe.

The Jungle Books, de Rudyard Kipling {reseña}. ¿Quién no conoce la historia del Libro de la Selva? Como película, la de Disney tiene uno de mis soundtracks favoritos y siempre había querido leer el libro. Había leído la primera historia, la que es la historia que todos conocemos gracias al cine, pero leer toda la obra y todos los relatos que la componen, fue de lo mejor de este año. El conjunto de historias que componen este libro me dejaron con diferentes emociones: emoción por las aventuras, diversión por las ocurrencias de los personajes y tristeza por las separaciones y las despedidas.

El océano al final del camino, de Neil Gaiman. Sí, lo sé: Gaiman otra vez. No puedo evitarlo. Es simplemente uno de los mejores autores que he leído, así que no puede faltar en esta lista. El océano al final del camino fue un libro tan melancólico y triste, me gustó mucho. No es mi favorito de él, pero me gusta mucho.

Jane Eyre, de Charlotte Brontë. Antes de terminar el año, Ale de Un día de otoño y yo leímos Jane Eyre porque era uno de nuestros grandes pendientes. Fue un libro genial. Es lo primero que leo de Charlotte Brontë y ha valido la pena completamente. Es una historia que me tuvo con el Jesús en la boca, totalmente recomendada. Les debo la reseña, porque tengo mucho que decir de esta obra.

La joven ahogada, de Caitlín R. Kiernan {reseña}. Kiernan es la autora que adopté en el proyecto Adopta una autora. Honestamente no he leído tanto de ella ni he hecho mucho en la parte del proyecto porque ha pasado de todo este año, pero, rayos, qué buena es escribiendo. Verán, me gusta la ciencia ficción y el horror, pero realmente no he leído mucho de ambos géneros. Kiernan escribe ambos (de forma individual y mezclados), y ha sido toda una experiencia. La joven ahogada nos habla de Imp, una chica con sensibilidad ante lo sobrenatural, que nos cuenta su historia y la lucha contra un tipo de demonios que no siempre se pueden exorcizar: los internos.  

Mención especial a la relectura de la novela gráfica The Less Than Epic Adventures of TJ and Amal, de E.K. Weaver. Esta novela gráfica fue originalmente un webcómic que aún pueden leer en línea y que reseñé hace un tiempo {reseña}. Cuenta la historia de TJ y Amal, dos chicos que atraviesan juntos los Estados Unidos, huyendo cada uno de sus respectivos demonios. El viaje, las confidencias y la aventura misma hacen que entre los dos surja una atracción que deja abiertas muchas posibilidades. Es una de las mejores historias que he leído en mucho tiempo y le tengo muchísimo cariño, así que siempre iré por la vida recomendándola a quienes me pidan algo que toque el tema LGBT+. Compré la versión impresa y es, en definitiva, una de las mejores inversiones de este año.

Palabras y letras en el 2018


Hay algunas cosas que me gustaría hacer para el próximo año. Por un lado, están los propósitos literarios que espero cumplir (eventualmente). Por el otro, hay algunos temas más personales que comenzarán a tomar lugar aquí. Quizá ya notaron que el header del blog ha dejado de decir sólo "blog literario" y que se le ha añadido el "y personal", porque eso ocurrirá de vez en cuando: habrá contenido más personal de vez en cuando. Lo hay ya, en la tag notas, sólo que no la actualizo con tanta frecuencia.

En fin, no tengo más que añadir además de muchos buenos deseos para todos: que el próximo año traiga muchas cosas positivas para todos. Posiblemente ésta será, también, la última entrada del 2017, así que aprovecho para decirles a todos: gracias por ser parte de Palabras y letras por un año más. 


¡Adiós 2017, hola 2018!

martes, diciembre 26, 2017

Journal, cuadernos y libretitas



Ya les había comentado, hace unos meses, que amo los artículos de papelería, en particular las libretas y los cuadernos. Hice un post hablando un poco sobre ello y también sobre mi proyecto de journaling, que a estas alturas está por cumplir un año. Pues ese proyecto continúa y ha mutado un poco, así que hoy quiero hablarles sobre las diferentes libretas que utilizo y para qué. 

En el post mencionado anteriormente, compartí algunas imágenes de mi primer journal, una libreta pequeña que compré en una tienda llamada BFashion hace mucho tiempo. Me gustó mucho porque tenía hojas de diferentes formatos: algunas en blanco, otras cuadriculadas, algunas rayadas y otras de papel kraft. No tenía muchas expectativas en eso de escribir y decorar un cuaderno, pero al final, resultó ser algo muy entretenido.





Después, compré un sketchbook en una tiendita en la Pikashop, que vende papelería y material para dibujo importado desde Japón, China y Corea. Ahí compré mi bolígrafo de Totoro. Y entonces comencé a llenarlo como el anterior. Es el segundo journal y de avance tiene unas 3/4 partes. No creo terminarlo antes de acabar el año, pero quizá antes de terminar enero, tenga que comenzar un nuevo journal.

He ido cambiando un poco el estilo del journal. A veces le pego miles de cosillas, cinta washi y stickers o impresiones y recortes de revistas. A veces sólo escribo texto y no le pongo ninguna decoración. Depende mucho de mi estado de ánimo. No siempre me gustan los resultados, pero he aprendido a que no me moleste si hay una página que no sea "bonita".




Tengo, también, esta otra libreta. Sus hojas son de papel kraft. Fue un obsequio de mi mamá, hace unos meses. Y nada, he decidido usarla para hacer listas y para escribir en inglés en ella. Tiene listas de los lugares que quiero visitar, restaurantes en los que quiero comer, propósitos para el próximo año y todo lo que se me ocurra.




Y, finalmente, en esta libretita de la foto de arriba, tengo la misma TBR list que llevo en el blog, pero a mano. Me ha sido útil para cuando no tengo acceso al blog.

ALGUNAS PERSONAS QUE ME INSPIRAN

Gran parte de mi inspiración la obtengo del trabajo de Teffy, del blog 道~ to the Happiness. De hecho, creo que es quien más me ha inspirado en este asunto de llevar este diario/journal. Admiro su trabajo, sus fotografías y el modo tan organizado que tiene para hacer las cosas. Yo no podría ser así de organizada.

También está el trabajo de Polly Florence, a quien descubrí en Instagram hace un tiempo, y el de Michelle Tiemann, a quien también sigo en Instagram. Y muchas otras personas, de hecho suelo pasarme largo rato viendo las etiquetas #journal y #journaling de esa misma red social.


Y eso es todo. Compartí con ustedes el uso que le doy a mis libretas. Algunos dicen que es perder el tiempo. Quizá lo sea, pero me gusta hacerlo. Además, algún uso tengo que darle a todas las libretas que he acumulado a lo largo de los años. 

viernes, diciembre 22, 2017

Propósitos literarios para el 2018



No soy una persona de propósitos de año nuevo. A lo largo de mis casi 26 años de vida he intentado proponerme mil y un cosas cada año y, en realidad, no cumplo muchos de ellos. A pesar de ello, disfruto haciendo estas listas de propósitos. Este año no será la excepción y ahora vengo con una lista de propósitos literarios para el 2018. 

I. Leer al menos 50 libros. Hace unos diez años, leer 50 libros al año me parecía imposible. Desde hace unos tres años (casi el tiempo que tiene el blog), leer esta cantidad es lo normal a lo largo del año. No me fijo mucho en las cantidades y no me agobio si leo menos de esa cantidad, pero siempre es interesante tener metas en mente.  

II. Leer más cómics y novelas gráficas. Me gustan los cómics y las novelas gráficas, pero no he leído tantos como me gustaría, así que ahora procuraré conseguir y leer muchas de esas historias en este formato. Tengo ya una lista.

III. Leer al menos 10 libros de mi TBR list actual. Tengo esta lista de libros por leer, una lista que, en vez de disminuir, aumenta cada vez más. Son libros que tengo, ya sea en formato físico o en digital, pero no los he leído por X o Y razón. Así que el propósito es leer al menos 10 de la lista actual... y eso me lleva al siguiente propósito.

IV. Sólo comprar un libro por cada libro de la TBR que termine. Éste es quizá el propósito más utópico de todos, pero es la intención: sólo comprar libros si ya leí alguno de mi TBR. Si el libro leído es de los que llevan más tiempo en la lista, mejor. 

V. Asistir a eventos literarios. Siempre quiero ir a todos los eventos literarios pero nunca voy. Mi principal problema es que muchos son en la tarde-noche y la CDMX me queda a unas 2 horas de distancia, pero procuraré ir a algunos eventos literarios (ferias, presentaciones de libros, firmas, etc.), que sean a horas decentes. 

VI. Leer más no-ficción. Tengo muchos libros de no ficción (periodísticos y de ensayos, principalmente), pero no he leído todos, así que quiero centrarme en ellos. También quiero comprar más libros de no ficción y leerlos.

VII. Leer más poesía. Lo admito: la poesía y yo no nos llevamos del todo bien. He leído poca poesía a lo largo de mi vida, pero quiero que eso cambie un poco. Es claro que no voy a leer toda la poesía existente de un día para el otro, pero quisiera agregar a mi lista de lectura anual al menos un libro de poemas.

VIII. No postergar las reseñas. Últimamente me pasó que terminaba de leer un libro y dejaba la reseña para después. Ese "después" solía convertirse en uno o dos meses. De hecho, hay libros que he decidido no reseñar porque tiene mucho tiempo que los leí y los detalles no están tan frescos en mi memoria. Así que ahora me propongo a reseñar los libros a la brevedad posible. 

☆ 

Como ven, no son propósitos del otro mundo, pero con todo y eso es probable que no cumpla más de uno. Veamos qué pasa. ¿Ustedes tienen algún propósito literario para el 2018?

sábado, diciembre 16, 2017

La lógica inexplicable de mi vida, de Benjamin Alire Sáenz



Hay libros que resultan ser mucho más de lo que esperabas, que te sorprenden y te hacen sentir como hacía mucho no ocurría. La lógica inexplicable de mi vida es uno de esos libros. No es un secreto que, después de leer Aristóteles y Dante descubren los secretos del Universo, decidí que Benjamin Alire Sáenz merecía estar en una parte alta en mi lista de autores YA favoritos. Hace poco, cuando publicó The Inexplicable Logic of My Life, me dije que tenía que leerlo y, como muchos libros que llegan a mí, lo encontré por casualidad en el momento menos esperado.

La lógica inexplicable de mi vida cuenta la historia de Salvador (Sally o Sal), un chico de 17 años que, como muchos otros que están prontos a entrar a la universidad, se siente perdido. El giro dramático de la historia se centra en la abuela de Sally, Mima, quien tiene cáncer y está por morir. A partir de este personaje, hay también una reflexión sobre la vida y la muerte, sobre la familia y, uno de los aspectos relevantes de esta obra, la pertenencia. Sally es un chico que debió vivir una vida de gringo, pero se crió en una familia mexicana: su padre adoptivo fue el mejor amigo de su madre biológica, con quien se casó sólo para no tener problemas legales con la adopción de Salvador.

Si bien Sally no es chicano ni mexicano-americano en el lado genético, sí lo es por crianza, y ahí tenemos muchas de sus dudas y preocupaciones, porque, como los chicanos, Sally no es ni de aquí ni de allá. A lo largo de la historia, este chico atraviesa por momentos que le hacen conocerse más a sí mismo como hijo, como amigo, como nieto y como ser humano.

Además de Sally, tenemos una gama de personajes que hacen que esta historia sea lo que es. Está, por ejemplo, Sam, su mejor amiga y Fito, un chico que comienza siendo un conocido y termina convirtiéndose en su otro mejor amigo. Sam y Fito encajan en la vida de Sally de tal manera y su amistad es tan profunda, que son prácticamente familia.

Pero sin duda, el personaje que destaca más y quien, a mi parecer, se lleva las palmas, es Vicente, el papá de Salvador. Si bien es Sally quien lleva el nombre, es Vicente quien salva a todos en esta historia. Vicente es mexicano-americano y es gay. También es artista y es uno de los personajes más sensibles y amables que existen en esta historia. La novela está llena de eso precisamente: sensibilidad.

Si bien en momentos corre el riesgo de volverse algo cursi, no deja de ser bella. Eso sí, en ciertos momentos la lectura es un tanto repetitiva, en especial en las tragedias que les ocurren a Sally, Sam y Fito. Quizá la intención detrás de sus desgracias era que los tres personajes se encontraran en el mismo canal en cuanto a sus situaciones personales: los tres huérfanos de madre y adoptados (literal y metafóricamente) por el mismo padre.

El libro en general está lleno de aspectos que me gustan mucho, como las menciones constantes a la cultura mexicana. El autor es mexicano-americano y plasma muchas de sus experiencias en esta historia. En ese sentido, creo que es un libro que debe leerse en su idioma original, que es inglés. Yo leí una traducción y, si bien no es una mala traducción, parte de la esencia de esta historia es en el sincretismo cultural, que existe, dentro de sus páginas, a través de la lengua.

La lógica inexplicable de mi vida no es el mejor libro que he leído este año, pero sí tiene un lugar alto en la lista de los que más me han gustado. Por lo pronto, seguiré en la búsqueda de más libros de este autor y en espera de la segunda parte de Ari y Dante.   

sábado, diciembre 09, 2017

Los hijos de Anansi, de Neil Gaiman



Gaiman, Neil. Los hijos de Anansi. Roca Editorial. 2008. 379 páginas.
★★★★

Hace un tiempo encontré este libro por casualidad. Es una edición viejilla y la encontré en un remate de libros (en remate del Auditorio Nacional). Perdido entre montañas de libros que la editorial ya no quería, encontré esta joya. Es un libro que comparte a un personaje de American Gods pero que, no obstante, puede leerse de forma independiente sin que esto arruine una historia o la otra.

Todo comienza cuando el Gordo Charlie se entera de la muerte de su padre. Cuando esto ocurre, él tiene una serie de recuerdos del pasado, gracias a los cuales sólo le queda bien clara una cosa: no quiere saber nada de su padre, quien está bien en donde está, enterrado junto a los recuerdos. Sin embargo, por insistencia de su prometida, al final accede a ir al funeral de su padre en Florida y regresar al lugar del que sólo tiene recuerdos desagradables. 

La infancia del Gordo Charlie no fue muy normal que digamos, y si bien muchos recuerdos de su padre son agradables, la mayoría de ellos no lo son tanto. Para desgracia del hombre, su padre tenía una idea un poco deschabetada de lo que significa la diversión y no había día que no hiciera bromas pesadas a su hijo, quien no compartía el mismo sentido del humor. 

Resulta que, cuando Charlie llega a Florida y se encuentra con una vieja conocida, se entera de dos cosas sorprendentes: la primera, que su padre, Mr. Nancy, es en realidad un dios (Anansi, el dios araña), y que tiene un hermano que, aparentemente, sí heredo los poderes sobrenaturales de su padre. 

Aunque Charlie no cree ni una cosa ni la otra, al final la curiosidad puede más con él y decide contactar a su hermano, quien no tarda en aparecer en su casa y pone patas arriba toda la vida de Charlie. 

Mr. Nancy no es un personaje que me haya llamado mucho la atención en American Gods; sin embargo, en esta historia su rol es más interesante. El protagonista es Gordo Charlie, un joven inseguro que ha vivido siempre recordando las cosas malas del pasado... que no es que fueran malas del todo, pero en su negatividad, él siempre las ha visto así. Se considera un hombre poco interesante, aburrido además, y eso es lo que proyecta. 

Por otro lado, su hermano Araña es todo lo contrario a él: es extrovertido, guapo, carismático y le encanta hacer bromas, justo como a su padre. Si bien en un principio Charlie siente curiosidad por su hermano, pronto descubre que quizá no haya sido una buena idea llamarlo, pues Araña es un sujeto completamente amoral que hace lo que le viene en gana, incluso cuando eso significa pasar por encima de su hermano o perjudicarlo de alguna manera. Araña es un tipo que no piensa mucho antes de actuar y a veces parece no tener noción de lo que significa el bien y el mal, lo que al final fastidia a Charlie.

Con el pasar de sus páginas, ésta se convierte en una historia sobre la búsqueda de uno mismo, pues eso es precisamente lo que hace Charlie: buscar el significado de su existencia como un semidios y comprender un lado suyo que no había notado antes de aquel momento.

jueves, diciembre 07, 2017

American Gods, de Neil Gaiman



GAIMAN, Neil. American Gods. Roca Editorial. Edición Kindle. 
★★★★★


¿Qué decir de American Gods que no se haya dicho ya? Quizá lo primero que debería decir es que esta reseña la he ido postergando desde hace meses, porque no he encontrado las palabras adecuadas para explicar lo que pienso de ella. Hay ocasiones en las que la elocuencia simplemente no se me da.

American Gods nos cuenta la historia de Sombra, quien sale de prisión para descubrir que su esposa, Laura, murió en un misterioso accidente automovilístico. Con su mundo hecho pedazos, Sombra regresa a casa para darle el último adiós a su eposa. Durante el viaje, conoce a un hombre misterioso que se hace llamar Wednesday (Miércoles), quien dice ser un dios. Si bien en un principio Sombra no cree nada de lo que Mr. Wednesday dice, poco a poco tiene que convencerse de que quizá no es un dios, pero sí algo sobrenatural.

Mr. Wednesday pone las cosas en claro desde el comienzo: quiere que Sombra trabaje para él. En un principio, Sombra rechaza la oferta pues en casa le espera un empleo con un amigo; sin embargo, pronto descubre que ese empleo no existe, pues su amigo también falleció, y lo hizo en el mismo accidente de su esposa, con quien tenía una aventura.

Es a partir de que Sombra acepta trabajar para Mr. Wednesday que esta historia revela lo que es: una historia en la que los dioses se mezclan con los humanos. Y no sólo los dioses antiguos de los que hemos escuchado hablar porque sus nombres aparecen en los libros de historia, sino también de dioses nuevos, a quienes las nuevas generaciones rinden tributo sin darse cuenta de ello.

Neil Gaiman nunca me decepciona. Desde que comencé a leer su obra, no he encontrado un solo libro suyo que no me guste o no me parezca genial. Y precisamente proque es Gaiman, la forma como está narrado todo es maravillosa. Es inevitable sentir intriga por el choque que existe entre los dioses nuevos y los viejos, por esa idea de que los dioses también mueren, y lo hacen cuando se les olvida por completo y no hay quien les rinda culto.

La gama de culturas y divinidades que se mencionan en esta historia es variada; y, mientras lees, es prácticamente inevitable sonreír cuando sabes de dioses que interactúan entre sí y pertenecen a culturas completamente distintas. De igual manera, puedes empatizar con ellos cuando cuentan sobre la desaparición de alguno de ellos, o cuando somos testigos de sus muertes.

Lo interesante de esta historia es que todo es más de lo que parece y los plot twists que hay realmente son inesperados, lo cual, reitero, no me sorprende viniendo de Neil Gaiman.

A pesar de lo anterior y, a pesar de que considero que es una historia genial, no es la que más me gusta de Gaiman. No obstante, se las recomiendo si es que quieren leer algo de fantasía urbana, lleno de mitos y de personajes mitológicos trasladados a la actualidad. 

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