sábado, enero 30, 2016

El guardián entre el centeno, de J. D. Salinger


SALINGER, J. D. El guardián entre el centeno. Editorial Edhasa, 2007, 274 páginas
★★★☆ 

A Holden Caulfield lo expulsan del colegio. Otra vez. Las razones son las de siempre: no presta atención en clase, no tiene buenas notas, escribe cualquier cosa en sus exámenes (excepto en Lengua, para eso sí que es bueno). Consciente de que sus padres le armarán una grande al enterarse de su expulsión, Holden decide irse del colegio y vagar por unos días en Nueva York, antes de volver a casa y enfrentar a su familia.

El asunto es que ese vagabundeo de Holden por la ciudad no es precisamente una manera de huir de la realidad, sino un acto casi desesperado por encontrar un sentido a la vida.

sábado, enero 23, 2016

#CaféVirtual El apego a los libros



A falta de reseñas, traigo el primer café virtual del año. 

Este tema me llegó a la mente porque hace unos días, un conocido me preguntó si no tenía algún libro que pudiera obsequiarle a una de sus hijas porque tenía que leer algo en la escuela. No lo pidió prestado, porque dice que conoce a su hija y sabe que no regresaría vivo ese libro. Así que sin pensarlo realmente, fui a mi librero, vi todos los libros que tenía que podrían gustarle a una niña de casi 12 años que odia leer porque le aburre, y elegí dos. 

Se los obsequié.

Después de eso estuve pensando un poco en el apego a los libros, no sólo por mi parte, sino por parte de muchos otros lectores. Hay quienes dicen que no prestan sus libros porque son sagrados; hubo un tiempo en el cual yo tampoco prestaba mis libros porque ya saben cómo es esto: prestas uno y es seguro que no regrese. Con el tiempo también aprendes a qué personas prestarle los libros y a qué personas no. El punto es que lo que ocurrió hace unos días hizo reflexionar en que cuando se trata de intentar fomentar la lectura, no me molesta deshacerme de mis libros. 

La niña que, espero, leerá esos dos libros que le obsequié (con ilustraciones, letra grande y de horror, porque aparentemente le gusta mucho lo que da miedo), quizá descubra en ellos algo maravilloso. Quizá serán los que le abrirán las puertas al mundo de la lectura. O quizá no. Quizá terminarán nivelando la pata de la mesa o guardados en el fondo de un cajón por los siglos de los siglos. ¿Y saben? No me siento mal, incluso si eso ocurriera. 

Tengo apego a mis pertenencias, como todo el mundo. Cuido mis libros, procuro que no se maltraten cuando los leo, pero tampoco me molesta del todo doblar una página si no tengo algo más con qué marcarla, o subrayar algo interesante. Tampoco le temo a escribir en sus páginas, si es que en ocasiones me hacen sentir algo en especial. Y creo que eso está bien. En general, y no sólo con los libros, creo que es sano no tener tanto apego por las cosas materiales. 

Y bueno, todo esto es para contarles lo que ocurrió y concluir que, sí, depende de qué libros sean, pero tampoco me cuesta tanto trabajo obsequiarlos y prestarlos. Quizá harán felices a alguien más. 

Aunque claro, también hay libros que jamás obsequiaría porque me costaron mucho, fue complicado encontrarlos o porque simplemente son demasiado geniales y preferiría obsequiar una copia.


¿Ustedes tienen apego a sus libros? ¿Los prestan u obsequian con facilidad? ¿Y qué tal cuando se trata de escribir en ellos o doblar las páginas?

La discusión queda abierta y yo iré a tomar un café.

La conclusión después de leer los comentarios: todos le damos valores distintos a nuestras pertenencias. Hay a quienes les ha costado más trabajo hacerse de libros (por falta de apoyo de sus padres o porque es más sencillo ahora que solventan sus propios gastos). Dejo en claro que no intento que comiencen a regalar sus libros así como así, sino que tengamos siempre en mente que, objetivamente hablando, no pasa nada si un día nos quedamos con un libro menos.

sábado, enero 16, 2016

El galáctico, pirático y alienígena viaje de mi padre, de Neil Gaiman (ilustraciones de Skottie Young)

¡Adoro a Neil Gaiman! Lo firmo en donde quieran y lo tatúo en alguna parte de mi cuerpo (figurativamente hablando). Es un genio y me ha enamorado por completo. En el pasado IMM les comenté que uno de mis regalos fue un libro de Gaiman. ¡Fue una gran sorpresa recibirlo! Todo lo que sea de Neil Gaiman, lo recibo con los brazos abiertos.


GAIMAN, Neil. El galáctico, pirático y alienígena viaje de mi padre. Roca Editorial. 2014. 111 páginas
★★★★

Ésta es la historia de un padre que debe salir de casa a comprar un poco de leche. Todo ocurre así: mamá no está, porque se va a un congreso, y deja encargado a papá. Papá memorizó todo lo que hay que hacer en ausencia de mamá, y todo parece ir perfecto... aunque en realidad no. A la mañana siguiente de que mamá se fue, todo es un desastre.


Y por si eso fuera poco, los dos hijos descubren que no hay leche en el refrigerador y que no podrán tomar su cereal. Las otras opciones no son nada apetitosas: combinarlo con jugo de naranja o de pepinillo. Papá, al descubrir que no hay leche, decide salir a comprar un poco para tomarla con su té poder alimentar a sus hijos, porque hay prioridades en la vida. Pero tarda horas en regresar.

jueves, enero 07, 2016

Nuevos caminos: algo personal (y mini reseñas teatrales)

Sébastien Marchand

¡Hola a todos! La entrada de hoy es especial porque es más bien introductoria. En las últimas semanas he comentado por aquí y por allá que no tengo mucho tiempo, que estoy estudiando, que he estado ocupada..., en general, que ando desaparecida. La razón es que después de meses siendo desempleada, finalmente conseguí empleo como profesora. La docencia siempre me ha llamado la atención, así que me entusiasma la idea y espero que siga así durante el tiempo que dure esta experiencia. 

Una de las asignaturas que enseño es teatro (o historia del teatro, en realidad). Y como quizá lo imaginarán, porque también en algún momento comenté que soy actriz en una compañía teatral independiente, es la que más me emociona y me hace feliz. Enseñar las bases históricas del teatro significa que tengo que releer muchas obras dramáticas que ya conocía y leer otras nuevas (nuevas para mí, porque muy nuevas no son). Así que he decidido hacer mini reseñas ocasionales para hablar de esos textos que leeré durante los siguientes meses.

Esta nueva etapa en mi vida también trae un gran cambio, porque tengo que reajustar mis horarios en todos los aspectos. Además, como muchos otros, tengo dos empleos (y uno no lo contaba tanto, porque es en un negocio familiar, y puedo darme ciertas licencias, pero también tengo obligaciones), y eso reduce mi tiempo muchísimo. Y por si fuera poco, he decidido seguir en la compañía de teatro, quizá para mi última obra por el momento. Así que en resumen: no tengo vida.

No obstante, intentaré seguir con el blog lo más que pueda. Quizá publique con menos frecuencia que antes, pero no doy por terminada la vida de este espacio, porque creo que podré mantenerlo, a otro ritmo, sí, pero con el entusiasmo de siempre. 

Eso es todo y nos andamos leyendo por aquí y por allá. 

¡Oh! Antes de olvidarlo: aunque tendré menos tiempo, decidí animarme e intentar, por segunda ocasión, tener una página en Facebook relacionada con el blog. Es ésta de por acá.

Ahora sí, nos leemos en un futuro cercano, porque algo me dice que haré un IMM antes de la siguiente semana.

sábado, enero 02, 2016

» Retos de lectura para el 2016

2015 fue un buen año en cuanto a lecturas. Es verdad, apenas logré terminar el reto de Goodreads y no terminé el de Popsugar, pero no dejo que eso me estrese: no leo por completar números. Pero me gusta la emoción de ir completando algunos retos, así que éstos son los únicos en los cuales participo este año.


link a la fuente del reto

Reto Leyendo a los clásicos 2016

A estas alturas de la vida del blog, este reto se ha vuelto un must. Y es que desde que Loba Roja y yo decidimos crear este reto, los clásicos están presentes en mis lecturas, no tanto por cumplir el reto en sí, sino por el interés en ellos.

Leer clásicos puede parecer aterrador al principio, porque todo parece ser aburrido o difícil de comprender. La verdad es que hay clásicos para todos, porque no es un género en sí, sino una manera de llamar a todos esos libros que han trascendido, por su importancia, en el tiempo, y siguen leyéndose años y años después de haber sido escritos.  ¿Se unen al reto? 


 + Especificaciones +
  • El reto se llevará a cabo entre el 1 de enero y el 31 de diciembre del 2016.
  • Consiste en leer al menos cinco (5) libros clásicos. Si no sabes cuál podrías leer, revisa esta lista.
  • Puedes fijar la cuota de libros con los que participas en este reto. Lee 6, 10, 20, 50 o los que te apetezcan.
  • Si lees esto durante 2016, puedes inscribirte a lo largo de todo el año.

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