Este tema me llegó a la mente porque hace unos días, un conocido me preguntó si no tenía algún libro que pudiera obsequiarle a una de sus hijas porque tenía que leer algo en la escuela. No lo pidió prestado, porque dice que conoce a su hija y sabe que no regresaría vivo ese libro. Así que sin pensarlo realmente, fui a mi librero, vi todos los libros que tenía que podrían gustarle a una niña de casi 12 años que odia leer porque le aburre, y elegí dos.
Se los obsequié.
Después de eso estuve pensando un poco en el apego a los libros, no sólo por mi parte, sino por parte de muchos otros lectores. Hay quienes dicen que no prestan sus libros porque son sagrados; hubo un tiempo en el cual yo tampoco prestaba mis libros porque ya saben cómo es esto: prestas uno y es seguro que no regrese. Con el tiempo también aprendes a qué personas prestarle los libros y a qué personas no. El punto es que lo que ocurrió hace unos días hizo reflexionar en que cuando se trata de intentar fomentar la lectura, no me molesta deshacerme de mis libros.
Después de eso estuve pensando un poco en el apego a los libros, no sólo por mi parte, sino por parte de muchos otros lectores. Hay quienes dicen que no prestan sus libros porque son sagrados; hubo un tiempo en el cual yo tampoco prestaba mis libros porque ya saben cómo es esto: prestas uno y es seguro que no regrese. Con el tiempo también aprendes a qué personas prestarle los libros y a qué personas no. El punto es que lo que ocurrió hace unos días hizo reflexionar en que cuando se trata de intentar fomentar la lectura, no me molesta deshacerme de mis libros.
La niña que, espero, leerá esos dos libros que le obsequié (con ilustraciones, letra grande y de horror, porque aparentemente le gusta mucho lo que da miedo), quizá descubra en ellos algo maravilloso. Quizá serán los que le abrirán las puertas al mundo de la lectura. O quizá no. Quizá terminarán nivelando la pata de la mesa o guardados en el fondo de un cajón por los siglos de los siglos. ¿Y saben? No me siento mal, incluso si eso ocurriera.
Tengo apego a mis pertenencias, como todo el mundo. Cuido mis libros, procuro que no se maltraten cuando los leo, pero tampoco me molesta del todo doblar una página si no tengo algo más con qué marcarla, o subrayar algo interesante. Tampoco le temo a escribir en sus páginas, si es que en ocasiones me hacen sentir algo en especial. Y creo que eso está bien. En general, y no sólo con los libros, creo que es sano no tener tanto apego por las cosas materiales.
Y bueno, todo esto es para contarles lo que ocurrió y concluir que, sí, depende de qué libros sean, pero tampoco me cuesta tanto trabajo obsequiarlos y prestarlos. Quizá harán felices a alguien más.
Aunque claro, también hay libros que jamás obsequiaría porque me costaron mucho, fue complicado encontrarlos o porque simplemente son demasiado geniales y preferiría obsequiar una copia.
☆
¿Ustedes tienen apego a sus libros? ¿Los prestan u obsequian con facilidad? ¿Y qué tal cuando se trata de escribir en ellos o doblar las páginas?
La discusión queda abierta y yo iré a tomar un café.
La conclusión después de leer los comentarios: todos le damos valores distintos a nuestras pertenencias. Hay a quienes les ha costado más trabajo hacerse de libros (por falta de apoyo de sus padres o porque es más sencillo ahora que solventan sus propios gastos). Dejo en claro que no intento que comiencen a regalar sus libros así como así, sino que tengamos siempre en mente que, objetivamente hablando, no pasa nada si un día nos quedamos con un libro menos.
La conclusión después de leer los comentarios: todos le damos valores distintos a nuestras pertenencias. Hay a quienes les ha costado más trabajo hacerse de libros (por falta de apoyo de sus padres o porque es más sencillo ahora que solventan sus propios gastos). Dejo en claro que no intento que comiencen a regalar sus libros así como así, sino que tengamos siempre en mente que, objetivamente hablando, no pasa nada si un día nos quedamos con un libro menos.
39 comentarios
¡Buenas!
ResponderEliminarYo siempre he sido de las de no "dañar" los libros de ninguna forma y prestarlos tampoco me hacía gracia... Y aún sigo siendo así, en parte, porque en general, si conservo algo quiero conservarlo en buen estado.
Ahora bien, desde hace un tiempo vengo practicando lo que comentas: no sentir tanto apego por lo material. He donado casi todos mis libros porque nunca releía y me parecía que los contras (tener cuidado con las humedades, polvo, dañarlos, moverlos cuando es necesario, etc.) superaban a los pros (¿poseerlo?, quizá (una probabilidad entre mil) querer releerlos en el futuro). También he donado muchas otras cosas por los mismos motivos y he descubierto que no pasa absolutamente nada, no he echado nada de menos, no he caído en la desesperación: TODO ESTÁ BIEN. XDD
Sigue sin gustarme escribir en los libros o doblar sus páginas, aunque creo que esto también se debe a que no tengo qué escribir ahí; si fueran libros de texto, para aprender cosas, quizá escribiría, pero no soy de anotar nada cuando leo novelas y demás ·_· Además siempre cojo el marcapáginas, ya es automático, por lo que no necesito doblar páginas y demás. Pero vamos, que tampoco me gusta. No obstante, me encanta ver cosas subrayadas cuando compro de segunda mano XD
Así que estoy de acuerdo contigo, vaya :] También es cierto que si comprara mi libro favorito para quedármelo, probablemente preferiría regalar una copia, porque si lo tengo, por algo será XD Quiero decir, cuando acumulas cosas que ya no usas, es más fácil (para mí) desprenderse de ellas que si se trata de algo que te quieres quedar... obviamente.
¡Saludillos! ♪
Oh, yo no podría donar toooodos mis libros. O quizá sí, dependiendo de las circunstancias, pero aunque creo que no es bueno apegarse a lo material, la verdad es que sí cuesta trabajo no tener apego a ello. Pero sí, todo es cuestión de pensar fríamente, porque si lo hacemos, concluimos que realmente no pasa nada si nos deshacemos de algunas cosas.
EliminarLos libros de segunda mano con notas o fragmentos subrayados son lo mejor <3
Nah, el apego va en función del precio… y así, si se me maltratan o lo que sea, ni pedo. Pero no me gusta regalarlos, porque en general no me gusta la dinámica de los regalos. Creo que cuido más mis mangas xD
ResponderEliminarY prestarlos, pues para mis amigos, la biblioteca de la casa siempre está abierta, así que la saquean y son pocos los libros que no presto.
Y si hubiera sido tú, no lo hubiera regalado porque uf, niños. Los niños no se merecen ni libros ni juguetes, son demasiado buenos para ellos.
Sí pues, pero fue uno de los trabajadores de mi pa y pues sentí feo porque no iba a comprarle libros a sus hijas si el hombre mantiene a un montón de familia. Y pues por eso.
EliminarTú puedes prestarme todos los libros que quieras y yo te presto a ti todo lo que quieras :B
Tá bueno. Y pues te incluía en la parte de saquear mis libros.
EliminarYay! :D
Eliminar¡Buenas!
ResponderEliminarEl apego a los libros en general no lo entiendo, a menos de que esten firmados, sean Harry Potter o La peor señora del mundo. Todos los demás libros de mi librero pueden ir y venir. Lo he prestado, regalado, y me han prestado, regalado de todo. Tampoco suelo cuidarlos como oro y quien me los pida prestados tiene que aguantarse todas las porquerías que anoté a lápiz en los márgenes o todas las frases que subrayé. Si no marco un libro, no es mío.
En fin, lo de apego a los libros ehmmm... no. Sólo que estén firmados. Entonces son oro puro,a pesar de la rayados o maltratados que estén y no los toca ni dios (?).
Nea.
Jajaja, creo que eres de las personas menos apegadas que he visto en este post. Pero sí, yo creo que esas ediciones especiales (especiales porque así las venden o porque tienen un significaco especial), son geniales y no hay que obsequiarlas jamás.
EliminarHola!!!
ResponderEliminarLamentablemente me declarado bastante apegado a los libros y me siento mal por eso, de momento creí que no porque realmente yo subrayo y doblo las esquinas pero al ponerme a pensar si los regalaría o no tal vez me costaría mucho trabajo o definitivamente no lo haría.
No me considero muy materialista pero con mis libros tengo un no sé qué que me costaría mucho trabajo hacer eso, pero con tu entrada me pusiste a pensar muchas cosas y creo que trataré de corregirme en ese aspecto.
Estaría genial que pudieras seguir la historia de la niña para ver qué ha pasado con tus libros y si realmente valió la pena desprenderte de ellos.
Realmente me encantó tu carta y creo que traeré este tema dando vueltas por mi cabeza un buen rato.
Saludos!!!
Yo creo que depende de qué pensemos en regalar, porque es fácil deshacerte de algún libro que no te gustó mucho o que no tiene un gran significado para ti. Cuando son libros que sí lo tienen, la cosa cambia por completo.
EliminarGracias por el comentario :D
yo regalo los libros que ya no quiero o que no quiero leer. BUeno es así XD no suelo prestar porque nadie me lo pide (?) y soy demasiado cuidadosa con esas cosas. Cuido mis libros y trato de que no se dañen al menos.
ResponderEliminarEso sí. Cuando se trata de libros que no te importan taaaaaaaaanto, es fácil. Entiendo completamente el sentimiento jajaja.
EliminarPor mi parte no puedo prestar los libros a casi nadie (hasta me cuesta prestarle a mi mamá) así como tampoco puedo leer libros usados. Me gusta que sean míos y como me cuesta horrores pagarlos me dolería mucho tener que prestarlos u obsequiarlos, de todas formas creo que es algo que tendría que trabajar porque está todo en mi cabeza, tendría que empezar a prestarlos a gente en quien puedo confiar e ir de a poco soltándolos. ¡Saludos!<3
ResponderEliminarA mí sí que me gusta leer libros usados, es muy bonito. Hay muchos que tienen recuerdos de sus dueños anteriores, como notas o mensajes o cosas subrayadas.
EliminarYo si admito que me cuesta separarme de las cosas. Quizá porque me ha costado conseguirlo y bien dicen que uno aprecia más las cosas cuando han sido adquiridas con el sudor de su frente. Sin embargo, estoy de acuerdo en fomentar la lectura y cuando me veo en esa disyuntiva, trato de buscar la manera de comprar un ejemplar para esa persona. También hay excepciones, mi hermanita los agarra y no tengo ningún problema así que diría que depende de las personas porque si me ha pasado que conocidos me los piden y nada más no me inspiran confianza, etc.
ResponderEliminarTe mando un beso enorme, Cin<3
Claro, cuando cuesta obtener las cosas es más difícil deshacerse de ellas. Quizá yo no regalaría todos mis libros, pero si me preguntan cuál rescataría en un incendio, la verdad es que ninguno xD
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarMe parece buena idea no tener apego, pero la verdad es que no creo poder, soy muy recelosa con mis cosas :( Mejor regalaría copias :D
Yo también soy recelosa con mis cosas, pero hay de cosas a cosas, no sé si me explico ;)
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarRespecto al tema, yo soy de las que sí son apegadas a sus libros, me gusta conservarlos y si tengo que regalar alguno mejor voy a una librería y escojo un libro para la persona, pero también me gusta mucho tener libros porque me agrada prestarlos (me encanta :D), mientras más personas lean el libro que tengo, puedo hablar con ellos acerca de ese libro. Aunque claro, como comentabas, depende de la persona a quien le presto, por el momento solo dos de mis conocidos ya no les presto libros, pero fuera de ellos, casi siempre cuando llega un libro nuevo a mis estanterías es seguro que ya lo ando recomendando a medio mundo para que se anime a que le preste el libro y lo lea :D
Antes también era de las que decía "mis libros no los mancha ni el polvo", pero conforme pasó el tiempo, me he dado cuenta que es muy hermoso un libro con notas. Actualmente les pido a las personas que estén leyendo alguno de los libros que les presté que dejen notas con las partes que más les gusten o que menos les agradaron, que subrayen una frase graciosa, etc.
Muy interesante el tema de hoy, saludos :)
Yo la verdad es que si no tengo dinero o tiempo para ir a la librería, no me molesta buscar entre mis libros y obsequiar alguno. Y también me encanta que me regalen libros usados, porque como dices: son hermosos cuando tienen notas :D
EliminarHola!
ResponderEliminarYo si que estoy bastante apegada a mis libros jaja pero depende del libro y la persona, no me importa prestarlos. Me gusta que alguien más pueda disfrutar de una historia que a mi me enamoró tanto.
Escribir en cambio, no escribo nunca (a no ser que sean algo de clase), ni los subrayo ni les pongo pos-its pero no tengo problema en doblar las páginas.
En general, estoy bastante de acuerdo con lo que comentas en la entrada, me ha gustado :)
Un beso
Qué curioso que los dobles pero no los subrayes jaja. Creo que cuesta más trabajo decidirse a comenzar a escribir en ellos que doblar las páginas :P
EliminarHola. Este es un tema bastante interesante, en lo personal me encanta tener mis libros bien cuidados y procuro prestarlos sólo a las personas que sé que los cuidarán, y hay libros que no regalaría porque significan mucho para mi, aunque creo que si hay algunos en mi librero que no me importaría regalar con el objetivo de hacer que alguien se enamore de la lectura... Saludos :D
ResponderEliminarCreo que todos tenemos libros que no regalaríamos jamás, y es normal. Pero también creo que no hay que tener tanto apego por lo material jajaja. A mí me han preguntado, ¿qué libro rescatarías si estuvieras en un incendio y sólo pudieras llevarte uno?, y la verdad es que no salvaría ninguno.
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarUn tema muy interesante, y la verdad que siendo sincera, hay personas a las que no me importa prestarle mis libros, aunque son muy pocas. Amigos de confianza les llamaría yo. Pero nunca he regalado un libro que hubiera estado en mi estantería, no por nada del otro mundo, simplemente porque los libros que tengo en físico son importantes para mí. Cuando quiero leer un libro, pero que no necesito en físico, me lo descargo por pdf. Los que tengo en mi estantería son valiosos para mí.
Este mundo de la lectura me ha cambiado mucho, mucho y para bien. Me encanta la idea de acostarme en mi cama cada noche y disfrutar cada capítulo de un libro, y más compartir mi experiencia con los demás. Así que si alguien está interesado en leer un libro que tengo en mi estantería, no tengo problema en prestárselo, aunque nunca le haya prestado un libro y no sé como podría tratarlo, pero me arriesgaría a prestárselo, y así compruebo si para la próxima puedo prestarle otro o no.
¡Un besito!
Con el tiempo aprendemos a elegir a quiénes les prestamos y a quiénes no jajaja. Es fácil desprenderse de las cosas cuando no tienen un valor emocional. Yo tampoco regalaría los libros que tienen un valor sentimental grande. O quizá sí, pero me lo pensaría más que uno que no.
Eliminar¡Hoola!
ResponderEliminarHace un tiempo era una obsesiva con mis libros. Los abría muuuy poquito así no se doblaba la tapa, los guardaba con mucho cuidado y así. Parecía que los había comprado y nunca los había tocado. No podía prestarselos a nadie y, si era muy necesario hacerlo, era con muchísima desconfianza y cero ganas de hacerlo. Por suerte ahora no soy tan así, e incluso me estoy empezando a animar a marcarlos con lápiz (¡wooo! vamos mejorando jajaja).
Me parece re lindo que le hayas regalado los libros! Yo es algo que quiero empezar a hacer cuando me anime.
¡Muy buena entrada!
Nos leemos :)
En mi caso creo que depende del libro. Hay algunos que no me apena doblar mucho o naltratar, pero hay otros que cuido mucho mi trato con ellos. Es lindo obsequiar tus libros, en especial cuando es a gente que quieres o a quien te interesa que tenga una buena experiencia con ellos.
EliminarOjalá cambie un poco la vida de esa niña y tenga interés por la lectura, por otro lado puede que nada haya cambiado jaja. Me gusta la idea de regalar libros a las demás personas, pero no los míos (de mi estantería). Porque es algo que añoro de mis pasatiempos. No me considero una persona tan material, puedo regalar ropa, objetos que tenga pero los libros se han convertido en algo especial, si te mudas, llevas los libros contigo y puedes leerlos cada vez que quieras, en los libros guardas frases o pensamientos que te gustaron.
ResponderEliminarEso es lo que me gusta de mi colección de libros, por eso creo que no los regalaría, aunque si los compartiría con amistades.
¡Un saludo!
Eso sí: los libros pueden volverse muy valiosos porque dejamos una parte de nosotros en ellos.
EliminarYo aprecio mucho mis libros y no es por lo que me costaron. En general compro las ediciones de bolsillo que no son caras, pero me gusta conservarlos y volver a leerlos. Pasar de vez en cuando a mi biblioteca a recordar citas o simplemente verlos. Como esos amigos que encuentras en Facebook, que sabes que están ahí. Así que me es muy difícil prestarlos o regalarlos.
ResponderEliminarSin embargo en cuestiones de cuidarlos no soy muy buena. Siempre trato de poner atención y hacer todo lo posible por no maltratarlos, pero entre los viajes en el metro, sacarlos y meterlos de la bolsa, acaban por desgastarse. Pero quizás es una forma de darles vida, de saber que viajaron, contaron su historia y me hicieron soñar.
Yo suelo guardarlos en una bolsa de plástico para evitar que se maltraten durante esos viajes en el metro, en especial porque, como tú, compro las ediciones de bolsillo por ser más prácticas. Y las ediciones de bolsillo suelen ser de pastas más delgadas.
EliminarUn tema muy interesante, me acabas de dar mucho en que pensar. En realidad yo soy de los que no presta sus libros, la única que tiene acceso a ellos es mi hermana bajo la condición de leerlos en casa. Pero pensándolo bien, tienes razón, se supone que una de las razones por las que estamos en este universo digital es porque nos gusta promover la lectura y negarse un libro a alguien es todo lo contrario a ello. Trataré de trabajar en ello aunque tampoco esperen que vaya por la vida deshaciéndome de mis tesoros.
ResponderEliminarEso es justo lo que pasó por mi mente cuando decidí regalar el libro: finalmente soy alguien que tiene un interés en que otras personas lean, así que la mejor manera de hacerlo, en ese caso, fue obsequiando un libro. Y fue genial porque la persona que me lo pidió no tiene los recursos económicos para comprar un libro, en especial porque están de por medio muchos hijos y un país en el que todo es cada vez más costoso u.u
EliminarHola Cin :)
ResponderEliminarEn general, mis libros y yo somos una sola entidad xD Cuando era niña/adolescente mis padres no me compraban libros, y sólo ahora, ya de adulta, he podido experimentar la sensación maravillosa que es contar con una biblioteca propia. Cada libro que se agrega a mi librero es un nuevo integrante de la familia. Además, mi lado perfeccionista también tiene que ver con que me cueste prestar libros; odio cuando se doblan, ensucian, etcétera. Hace un tiempo mi abuela rompió una esquina de un libro, y aunque no me enojé con ella (fue un accidente), estuve toda una semana pensando en ese detalle del libro. El otro día, ordenando, se me cayeron unos pocos y se me paró el corazón pensando que se habían estropeado. Para que veas lo paranoica que soy con ellos (y con muchas otras cosas, en realidad).
A pesar de todo, siempre le presto mis libros a personas de confianza. Claro que sufro pensando en que volverán con algún desperfecto xD
Saludos!
Wow. Afortunadamente mis padres nunca se negaron a comprarme libros cuando era pequeña (de hecho me miran feo ahora, porque según ellos tengo "muchos" JAJAJAJA). Cada quien le da un valor distinto a sus libros, y entiendo completamente tu punto. Hay a quienes les será sencillo regalar sus cosas y hay a quienes no les ocurrirá jamás. Pero lo importante es tener bien en claro que no pasa absolutamente nada si de pronto nos quedamos con un libro menos ;)
EliminarHola, muchas gracias por el comentario. Me daré una vuelta por tu blog, pero te recuerdo que la política del blog tiene un apartado sobre spam ;)
ResponderEliminarCoincido contigo 100%. No tengo demasiado apego a los libros y los presto siempre, aunque sepa que no me los devolverán. Igual que tú tengo algunos libros que son muy especiales para mí y que no prestaría.
ResponderEliminarSí, depende mucho de qué libro sea ;)
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