The Miniaturist, de Jessie Burton

BURTON, Jessie. The Miniaturist. Ecco. 419 páginas. Edición Kindle.

★★★

En 1686, Petronella —Nella— Oortman se muda a Amsterdam después de que contrae matrimonio con un mercader llamado Johannes Brandt. Tras días sin verlo, incluso después de la boda, Nella sólo puede imaginar qué clase de persona es él y se pregunta si, a pesar de todo, es posible que su matrimonio no sea tan terrible, que surja amor entre ambos. Con el pasar de los días, no obstante, nada resulta como espera. Para empezar, no ha visto a su marido, su cuñada toma decisiones sobre la administración de la casa y sobre ella, y Nella se siente terriblemente sola en esa casa ajena a ella. 

Cuando Johannes regresa de su viaje, las cosas no cambian demasiado. Nella apenas si lo ve y él no se acerca a ella. Cuando ella tiene preguntas, él las ignora o es su cuñada quien responde, haciéndola sentir tonta e inepta. Para su sorpresa, un día Johannes le obsequia una casa de muñecas que es una reproducción fiel de la casa en la que viven, con todas sus habitaciones y decorados. Él dice que es un regalo de bodas, ella lo siente como una forma de decirle que, a sus 18 años, sólo es una niña que no tiene idea de la vida. 

Convencida de que no hay nada más para ella en su nuevo hogar, Nella decide decorar la casa de muñecas para tener algo que hacer. Es así como encuentra la dirección de un miniaturista, a quien le encarga unos muebles y cuyo trabajo impacta y asusta a Nella por igual. Poco a poco, Nella descubrirá los secretos más peligrosos de su nueva familia con ayuda de esas figuritas que recibe  periódicamente, incluso después de que deja de pedirlas. 

The Miniaturist es una novela que tenía muchas ganas de leer desde hace tiempo. Con este libro me pasó eso de enamorarte de la portada y querer leerlo sólo por ello. Ahora que lo he leído, no me parece que sea una historia excepcional, pero sí me parece muy triste en más de un sentido. La soledad de Nella es palpable, la tristeza que guarda su cuñada (y que oculta detrás de una máscara de indiferencia y rectitud), también se me hace evidente.

Creo que el libro tenía muchos puntos interesantes, empezando por el personaje del miniaturista. Las figuras que Nella recibe no sólo son escalofriantemente parecidas a las versiones originales de los muebles, los dulces y las personas a las que representan, sino que pronto se convierten en augurios que predicen los infortunios de la familia Brandt. Aunque Nella intenta contactar con esta persona, realmente nunca lo hace, y todo el libro tenemos la duda de quién es realmente este personaje. Incluso cuando nos ponen un rostro, un nombre y una historia, seguimos sin saber quién es y cuáles son sus motivos durante toda la historia. 

Me llama la atención la evolución del personaje de Nella. Ella llega a Amsterdam con la idea de que está ahí para ser la esposa perfecta, porque eso es para lo único que sirven las mujeres. Según su madre, su propósito es tener hijos y hacer feliz a su marido y nada más. No obstante, cuando llega a la ciudad y se da cuenta de que las cosas no son para nada como su madre le dijo que serían, y esto provoca una verdadera lucha interna en el personaje. Nella pierde el rumbo en Amsterdam y aprende, de golpe y de formas poco agradables, que la vida está llena de obstáculos, pero que depende de uno mismo decidir si dejas que esos obstáculos te detengan o si sigues adelante.

Otro personaje que me parece interesante es Marin, la cuñada de Nella. Es una mujer dura que oculta su verdadero ser detrás de un papel muy bien ensayado de una persona casi perfecta. Ella hace un comentario interesante en algún momento de la historia. Mientras Nella tiene su breakdown al darse cuenta de que su matrimonio no es lo que espera y que nunca tendrá la vida que imaginó, con hijos y toda la cosa, comenta que no es una mujer completa. Marin, entonces, pregunta qué es ella, pues nunca se casó ni pretende hacerlo, y ese comentario, la forma como lo dice, eventualmente hace que Nella reflexione mucho sobre sí misma y su papel en la historia que le tocó vivir. 

Ahora bien, hay algunos detalles que no terminan de fascinarme con este libro. Creo que es una de esas historias que se disfrutan porque están entretenidas y son fáciles de leer, pero nada más. El desenlace me parece algo apresurado y me deja muchas dudas respecto a la persona que hace las minuaturas que recibe Nella y que, como ya les dije, son un presagio de todo lo malo que ocurrirá en su vida y con su nueva familia. Eso me deja un mal sabor, porque realmente esperaba sorprenderme con el final. Obviamente, eso no ocurrió.

Ésta no es una historia muy feliz, pero es quizá esos momentos tan duros que viven los personajes, los que la vuelven interesante.