WANG, Jen. The Prince and the Dressmaker. First Second. 288 páginas. Edición Kindle.
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Frances es una costurera que sueña con ser diseñadora y tener su propia línea de ropa. Mientras ese sueño se hace realidad, trabaja horas en un tallercito en el que su trabajo innovador no es bien visto por su jefe, en especial porque sus diseños se salen de lo que se considera la norma en la sociedad en la que vive.
Para su sorpresa, el trabajo que realiza llama la atención de quien menos lo esperaba y, pronto, el destino la lleva a convertirse en la costurera personal del príncipe Sebastian. El asunto es que Sebastian tiene un secreto: ama la ropa de mujer, y ocasionalmente se viste con los vestidos de su madre.
Cuando Sebastian conoce a Frances, se enamora de su trabajo y juntos crean la figura de Lady Crystallia, una mujer que provoca suspiros, admiración y envidia por igual al pasearse en los mejores atuendos en las noches parisinas. Y no pasa mucho tiempo para que Lady Crystallia marque las tendencias de moda en París.
Por un tiempo todo es perfecto: Sebastian puede usar esos hermosos vestidos con los que siempre ha soñado y Frances puede hacer todas las creaciones que se le ocurran. Sin embargo, todo se complica cuando los padres de Sebastian comienzan a presionarlo cada vez más para conseguir una esposa, lo que pondría fin a sus escapadas como Lady Crystallia, y Frances debe decidir entre seguir su sueño o estancarse en una vida de anonimato.
¿Qué puedo decir de este cómic? Nunca había leído algo como esto, y tanto la historia como el dibujo me encantaron. Es, además, mi primer acercamiento a alguna historia con un personaje de género fluido y lo disfruté mucho. La historia tiene una cantidad exacta de drama que te estruja el corazón un poquito y aunque pudo tomar un rumbo aún más dramático, es una historia muy tierna y me encanta, me encanta, que el final sea tan bello y feliz.
En los bonus del cómic, la autora menciona que en un primer concepto pensó en que la historia fuera con los personajes como adultos, pero al final optó por que fueran adolescentes. Creo que esta parte es muy acertada, porque pone a los personajes en un proceso de auto descubrimiento muy bonito. Léanlo, no se van a arrepentir.
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