Ésta es mi colaboración para la iniciativa Junio Diverso.
Creo que me di cuenta de que no era heterosexual cuando entré en la pubertad. Darme cuenta de ello no vino acompañado de dudas ni de tristeza, porque fue muy natural para mí. Fue simplemente pensar "ah, mira, pues no soy heterosexual; aún no sé qué soy, pero heterosexual, no". Me asumí como bisexual desde los 15 años. Tenía mucho sentido para mí, ¿saben? Me gustaban los chicos, me gustaban las chicas, así que la bisexualidad fue con lo que decidí identificarme, y lo sostengo hasta la fecha. Pero a pesar de que para mí tenía mucho sentido y, por lo tanto, era muy normal, decidí no compartir esta parte de mí misma con las demás personas.
Así fue como comenzó mi vida dentro del clóset, del que aún no he salido por completo.
A lo largo de los años, he reflexionado un poco sobre mi situación personal y sobre lo difícil que es, en ocasiones, hablar públicamente sobre mi orientación sexual. En mi círculo social cercano son pocas las personas que lo saben. Mis hermanas, mis amigas más cercanas y un par de amigos del trabajo (que son miembros de la comunidad también), pero mis padres y otros miembros de mi familia lo ignoran. Tengo la sospecha de que mi mamá sabe que no soy heterosexual, aunque no sé cuál es la etiqueta que ella me ha puesto. No lo hemos hablado.
Con todo esto, a veces es un poco difícil no sentirse fuera del colectivo, en mayor o en menor medida. Por eso hoy les comparto algunos puntos de reflexión (no sólo míos, sino de muchas otras personas bi) que me han ayudado a sentirme parte de la comunidad y, en especial, que me recuerdan que cada quien tiene su propia lucha, y que este modo de vivirla no te hace más o menos válido.
NO SALIR DEL CLÓSET (DEL TODO) NO ME HACE MENOS PARTE DEL COLECTIVO.
Una de las razones por las que aún no me he atrevido a decirle a mis padres sobre mi orientación sexual es por miedo. No miedo al rechazo per se, pero sí el miedo a su reacción. Mis padres son bastante conservadores en muchos aspectos y tienen un cierto grado de homofobia interna de la que ellos mismos no se dan cuenta. Son esos detalles, esos “yo los respeto, pero...”, los que hacen que no me termine de animar a sincerarme con ellos.
Esto ha traído como consecuencia mi falta de participación activa en muchas cosas relacionadas con la comunidad y eso, de alguna manera, a veces ha hecho que me sienta menos parte de la misma. Aún es un trabajo en proceso, pero desde el año pasado comienzo a hablar un poco más, a demostrar de forma sutil que formo parte de la comunidad. Aún no lo grito, pero muestro mi orgullo a mi manera.
ESTÁ BIEN TOMARME MI TIEMPO PARA SALIR DEL CLÓSET.
Todos hacemos las cosas a nuestro ritmo y salir del clóset no tiene por qué ser la excepción. Mi historia no tiene nada de excepcional, pero sí puedo decirles que mi salida del clóset ha estado llena de baby steps.
A lo largo de los años, he reflexionado un poco sobre mi situación personal y sobre lo difícil que es, en ocasiones, hablar públicamente sobre mi orientación sexual. En mi círculo social cercano son pocas las personas que lo saben. Mis hermanas, mis amigas más cercanas y un par de amigos del trabajo (que son miembros de la comunidad también), pero mis padres y otros miembros de mi familia lo ignoran. Tengo la sospecha de que mi mamá sabe que no soy heterosexual, aunque no sé cuál es la etiqueta que ella me ha puesto. No lo hemos hablado.
Con todo esto, a veces es un poco difícil no sentirse fuera del colectivo, en mayor o en menor medida. Por eso hoy les comparto algunos puntos de reflexión (no sólo míos, sino de muchas otras personas bi) que me han ayudado a sentirme parte de la comunidad y, en especial, que me recuerdan que cada quien tiene su propia lucha, y que este modo de vivirla no te hace más o menos válido.
NO SALIR DEL CLÓSET (DEL TODO) NO ME HACE MENOS PARTE DEL COLECTIVO.
Una de las razones por las que aún no me he atrevido a decirle a mis padres sobre mi orientación sexual es por miedo. No miedo al rechazo per se, pero sí el miedo a su reacción. Mis padres son bastante conservadores en muchos aspectos y tienen un cierto grado de homofobia interna de la que ellos mismos no se dan cuenta. Son esos detalles, esos “yo los respeto, pero...”, los que hacen que no me termine de animar a sincerarme con ellos.
Esto ha traído como consecuencia mi falta de participación activa en muchas cosas relacionadas con la comunidad y eso, de alguna manera, a veces ha hecho que me sienta menos parte de la misma. Aún es un trabajo en proceso, pero desde el año pasado comienzo a hablar un poco más, a demostrar de forma sutil que formo parte de la comunidad. Aún no lo grito, pero muestro mi orgullo a mi manera.
ESTÁ BIEN TOMARME MI TIEMPO PARA SALIR DEL CLÓSET.
Todos hacemos las cosas a nuestro ritmo y salir del clóset no tiene por qué ser la excepción. Mi historia no tiene nada de excepcional, pero sí puedo decirles que mi salida del clóset ha estado llena de baby steps.
Expresar de manera directa que soy bisexual sólo lo he hecho con mis hermanas y un par de amigos. Otros se han enterado porque de un tiempo para acá soy un poco más abierta respecto a esto en mis perfiles de redes sociales en los que no me siguen mis familiares. Ya saben, las ventajas del cuasi anonimato en internet. Son pequeñas cosas, poner los colores de la bandera bi por aquí y por allá, compartir información de vez en cuando, incluso compartir memes. Cada que lo hago, aunque quizá no sea mucho, a mí me hace sentir que doy un paso gigante.
NO HABER TENIDO UNA RELACIÓN CON ALGUIEN DE MI MISMO SEXO Y/O GÉNERO NO ME HACE MENOS BISEXUAL.
Soy súper socially awkward, así que mi historial romántico se reduce a dos personas en toda mi vida (hombres cis), pero eso no significa que no me haya sentido atraída por o que no me haya enamorado de otras mujeres. En los últimos años, de hecho, me he sentido más atraída hacia mujeres que hombres, la última persona de la que me enamoré es una mujer. Ninguna relación se ha concretado porque, nuevamente: socially awkward... y porque siempre hay sentimientos no correspondidos. Pero como ya dije, no haber tenido una relación romántica con otra mujer no significa que sea menos bisexual, menos queer, aunque haya quien me haya dicho lo contrario.
NO HABER TENIDO UNA RELACIÓN CON ALGUIEN DE MI MISMO SEXO Y/O GÉNERO NO ME HACE MENOS BISEXUAL.
Soy súper socially awkward, así que mi historial romántico se reduce a dos personas en toda mi vida (hombres cis), pero eso no significa que no me haya sentido atraída por o que no me haya enamorado de otras mujeres. En los últimos años, de hecho, me he sentido más atraída hacia mujeres que hombres, la última persona de la que me enamoré es una mujer. Ninguna relación se ha concretado porque, nuevamente: socially awkward... y porque siempre hay sentimientos no correspondidos. Pero como ya dije, no haber tenido una relación romántica con otra mujer no significa que sea menos bisexual, menos queer, aunque haya quien me haya dicho lo contrario.
☆
Este post tiene por título "La chica in[BI]sible" porque así es como me siento respecto a mi bisexualidad, como alguien invisible. Más allá de la falta de visibilidad hacia la comunidad bi, que aún es un problema, en un plano más personal siento que no atreverme a salir del clóset me vuelve invisible como parte del colectivo. Objetivamente sé que no es así, pero a veces es un poco difícil no sentir esta falta de pertenencia, y de ahí que esos tres puntos mencionados anteriormente sean súper importantes para mí. En fin. Algún día dejaré de ser la chica inBIsible para simplemente ser.
7 comentarios
Me encanta mil esto <3 apoyo muchisimo a la comunidad y es my bonito ver estas experiencias para compartirlas :) Asi que lo voy a compartir. Mis padres tambíen soy bastante homófobos (usan lo mismo que dices tu que los respeta pero...) asi que te apoyo mucho!
ResponderEliminarMuchas gracias, Nina, por leer y compartir mi historia. ¡Te mando un abrazo!
EliminarCada día es una lucha y eso a lo que llamas baby steps en realidad son pasos enormes. Admito que para mí también es difícil sentirme parte de la comunidad a veces. Como les comentaba es como que los bi aparecimos de pronto y la gente no sabe que onda con nosotros, pero cada día somos un poquito más visibles así como tú pronto dejarás de sentirte como si no existieras o no te notaran así pronto todos podremos dejar de tener miedo y podremos SER. ❤
ResponderEliminarGracias, Sergio <3 poco a poco las cosas irán cambiando para todos <3 gracias por tu mensaje.
EliminarHolaa. Me enflora este proyecto y me siento muy contenta de que nos compartas tu historia.
ResponderEliminarTambién en mi familia son algo homofóbicos, son pequeños comentarios que a veces me hacen sentir incómoda, en mi familia, con amigos, en diversas partes, yo veo bastante normal ser diferente, el que nos guste nuestro mismo sexo, o you know y a veces quieres comentar poco al respecto y zaas, no faltan comentarios...
En fin, que cada quien se toma su tiempo y sigue dando esos pasitos que te hagan sentir bien contigo, llegará el momento en que sólo vas a dejarte ser a diestra y siniestra con el mundo. :)
Es súper incómodo, te entiendo. A mí a veces me gustaría decirle a mi mamá cuando tengo un crush con una chica, o cuando me preguntan "¿para cuándo vas a tener novio?", sería lindo que dijeran "¿o novia?". No sé, son pequeños detalles, pero bueno. Gracias por el comentario <3
EliminarLlegué aquí luego de leer otro post tuyo, que sugirieron en otro blog y pues, siento que fue una muy buena decisión para esta hora de lo noche.
ResponderEliminarMe identifiqué mucho con cada parte de lo que comentas porque me encuentro en una etapa muy similar, en la que cada paso que doy fuera de mi perímetro de seguridad (autoimpuesto, claro) me hace sentir mejor conmigo mism@.
En fin, he estado buscando un significado más ¿profundo? a 'salir del closet' y comienzo a pensar que básicamente es estar dispuesto a meterse en el qué dirán y por sobre todo, dar mayor visibilidad a las relaciones que no son heteronormativas...y bueno, no soy quién para decir que eres parte de la comunidad en mayor o menor medida, pero creo que con publicaciones como ésta, en que puedes ayudar a otr@s a sentirse identificados o buscar apoyo, aportas infinitamente de modo positivo.