★★★★
Tenía muchas ganas de leerlo desde hace tiempo y quería tener una edición física mía, no leerlo en digital (como es lo que he leído últimamente). En la última FIL de Minería lo encontré por casualidad y tuve que comprarlo, simplemente tuve que hacerlo. También estuvo cool porque gracias a que encontré y compré este libro, conocí a Voces en tinta, foro cultural y librería especializada en temas LGBT+.
El azul es un color cálido nos cuenta la historia de Clementine, una joven que comienza a tener un crush muy grande con una desconocida que vio en la calle y que la cautivó por completo. Ahí comienzan sus primeras dudas, ¿por qué se siente así? ¿Por qué no deja de pensar en esa persona? ¿Por qué, si es también mujer? Eventualmente Clementine conoce a la chica, que se llama Emma, y todo su mundo se pone de cabeza. Nada es sencillo, no cuando los prejuicios de una sociedad homofóbica y sus propios conflictos internos complican todo.
Ésta es una de esas historias que te avisan desde un principio qué es lo que va a pasar. Comienza con el final, vaya, y aunque sabes qué es lo que ocurre, descubrir cómo ocurre es lo importante. Con esto quiero decir que desde el inicio sabemos que la historia no tiene un final feliz. Eso no te prepara mucho, realmente, cuando descubres cómo es que se llega a ese final.
Página a página, El azul es un color cálido nos invade de nostalgia. Es una historia que se cuenta en dos niveles: el ahora y el antes, todo a través del diario de Clementine. Visualmente también queda clara esa doble narrativa, pues el pasado hace énfasis en el color azul del cabello de Emma y otros detalles en ese mismo tono, como dando a entender que el mundo de Clementine es Emma, y lo azul la remite a Emma.
Creo que la historia que leemos en esta novela gráfica se siente muy real porque mucho de lo que ocurre es por los errores de Clementine, y eso hace que la historia sea muy humana. Siempre he dicho que me encantan las historias de exploran esa parte de ser humanos: equivocarte y no poder solucionar todo, o equivocarte y solucionar todo a medias... o equivocarte e intentar dar una solución a tus problemas cuando ya es algo tarde para ello.
Me habría gustado conocer más de la historia de Emma o sus puntos de vista, y me habría gustado ver más de lo que pasó en ese salto de tiempo que lleva al desenlace de la historia. En general, me quedo con un sabor agridulce... creo que por eso me tardé mucho en hacer esta reseña.
Ya para finalizar debo agregar que sé que hay una película inspirada en esta historia, La vida de Adèle, de 2013. Conocí la novela gráfica por la película, de hecho, aunque nunca la he visto. Creo que vi algunos gifs en tumblr o algo así. No tengo muchas ganas de verla ahora, a decir verdad, pero sí les recomiendo que lean el cómic, no se arrepentirán. Si lo leen y lloran, pueden venir a desahogarse conmigo.
El azul es un color cálido nos cuenta la historia de Clementine, una joven que comienza a tener un crush muy grande con una desconocida que vio en la calle y que la cautivó por completo. Ahí comienzan sus primeras dudas, ¿por qué se siente así? ¿Por qué no deja de pensar en esa persona? ¿Por qué, si es también mujer? Eventualmente Clementine conoce a la chica, que se llama Emma, y todo su mundo se pone de cabeza. Nada es sencillo, no cuando los prejuicios de una sociedad homofóbica y sus propios conflictos internos complican todo.
Ésta es una de esas historias que te avisan desde un principio qué es lo que va a pasar. Comienza con el final, vaya, y aunque sabes qué es lo que ocurre, descubrir cómo ocurre es lo importante. Con esto quiero decir que desde el inicio sabemos que la historia no tiene un final feliz. Eso no te prepara mucho, realmente, cuando descubres cómo es que se llega a ese final.
Página a página, El azul es un color cálido nos invade de nostalgia. Es una historia que se cuenta en dos niveles: el ahora y el antes, todo a través del diario de Clementine. Visualmente también queda clara esa doble narrativa, pues el pasado hace énfasis en el color azul del cabello de Emma y otros detalles en ese mismo tono, como dando a entender que el mundo de Clementine es Emma, y lo azul la remite a Emma.
Creo que la historia que leemos en esta novela gráfica se siente muy real porque mucho de lo que ocurre es por los errores de Clementine, y eso hace que la historia sea muy humana. Siempre he dicho que me encantan las historias de exploran esa parte de ser humanos: equivocarte y no poder solucionar todo, o equivocarte y solucionar todo a medias... o equivocarte e intentar dar una solución a tus problemas cuando ya es algo tarde para ello.
Me habría gustado conocer más de la historia de Emma o sus puntos de vista, y me habría gustado ver más de lo que pasó en ese salto de tiempo que lleva al desenlace de la historia. En general, me quedo con un sabor agridulce... creo que por eso me tardé mucho en hacer esta reseña.
Ya para finalizar debo agregar que sé que hay una película inspirada en esta historia, La vida de Adèle, de 2013. Conocí la novela gráfica por la película, de hecho, aunque nunca la he visto. Creo que vi algunos gifs en tumblr o algo así. No tengo muchas ganas de verla ahora, a decir verdad, pero sí les recomiendo que lean el cómic, no se arrepentirán. Si lo leen y lloran, pueden venir a desahogarse conmigo.
2 comentarios
Hola,
ResponderEliminarno conocía el libro, aunque sí escuché de la película en un momento. Pues se ve bastante bonito y me llama la atención, así que sí me lo apunto.
Besitos.
Si lo lees, me dices qué tal :D
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