viernes, marzo 31, 2017

Dos chicos besándose, de David Levithan


LEVITHAN, David. Dos chicos besándose. V&R Editoras. 2016. 272 páginas. 
★★★★

Henry y Craig tienen 17 años. Hace algún tiempo fueron novios, pero terminaron su relación por algunas diferencias en cuanto a su manera de ver lo que pasaba entre ellos. A pesar de la ruptura, cuando Craig le pide a Henry que lo ayude a romper el récord del beso más largo del mundo, Henry acepta, porque no es sólo algo que Craig necesite, sino porque ese beso será una manera de luchar en un mundo que aún no acepta del todo que dos chicos se besen.

Todo está preparado: el lugar (la secundaria, con autorización de sus directivos), las personas que les ayudarán (los padres de Henry, y sus mejores amigos), las indicaciones por cualquier situación que pudieran tener (códigos para saber cuándo quieren agua, cuándo necesitan dar un mensaje, etc.), y hasta la red lista para transmitir en vivo las más de 30 horas que Henry y Craig pasarán besándose: de pie y sin poder separa los labios del otro en ningún momento. Y mientras ellos se besan, otras personas entran en la trama: los que los apoyan y los que no.

Dos chicos besándose es una historia que cuenta varias historias. La principal es la de Henry y Craig, pero también cuenta la historia de chicos con problemas por su sexualidad, porque son rechazados por su familia; chicos que no tienen problemas debido a su sexualidad y viven una vida más feliz, quizá encerrados en una burbuja de ignorancia e inocencia; chicos que rechazan su sexualidad y chicos que la aceptan. El beso de Henry y Craig llega a algunos de ellos.

La historia tiene como narrador a un coro de voces que representa a todos aquellos que murieron por culpa del sida en la década de los 80, cuando la enfermedad se extendió por el mundo y afectó, en gran medida, a la población gay. Estos personajes invisibles, que hablan en plural y están presentes en todas las pequeñas historias de este libro, hablan de cómo fue para ellos no sólo la idea de salir del clóset, sino desprenderse de sus familias cuando los rechazaron, perder amigos y parejas por culpa de la enfermedad.

A pesar de que es una historia bien contada, que toca fibras sensibles, que te puede dar paso a la reflexión, el final no termina de cuadrar del todo. Es un final abierto y aunque está bien encausado y es esperanzador, me deja con la sensación de querer saber un poco más de lo que pasó con los otros personajes de esta historia. 

4 comentarios

  1. Suena bastante bien, hace poco una persona que da clases en una secundaria me pidió que le recomendara un libro con temática LGBT y parece que éste puede gustarle mucho. Me entró duda con lo del final, tiene final abierto?
    Buena reseña! Saludos

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    1. Si es para sus alumnos de secundaria, creo que sería un buen libro, está ligerito y fácil de entender. El final es abierto, sí (:

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  2. Me llama mucho la atención el asunto de los narradores de la historia, me parece interesante, algo que no he visto en otras partes. Desde hace tiempo lo tengo en la lista de pendientes pero estoy esperando que me llegue el momento de querer leerlo.

    Imagino que después de ese beso tan largo no querían saber nada el uno del otro en un mucho, mucho tiempo XD.

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    1. Definitivamente lo de los narradores es algo que no había leído antes y me gustó mucho. Y sí, eso del beso tiene muchas implicaciones, como el momento en el que deja de ser divertido y es un martirio, horas ahí, de pie, en la misma posición... ya te imaginarás.

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