Algo que brilla como el mar, de Hiromi Kawakami

KAWAKAMI, Hiromi. Algo que brilla como el mar. DEBOLSILLO. 272 páginas.

★★★

Este fue el primer acercamiento que tuve a la obra de esta autora. Hace tiempo que no leía una autora japonesa y me gustó reencontrarme con esa prosa que, hasta ahora, siento que caracteriza a los autores nipones: sensible, llena de matices sutiles que te acompañan a lo largo de toda la lectura. 

Algo que brilla como el mar nos cuenta la historia de Midori Edo, un adolescente, y su vida en compañía de las personas más importantes para él: su abuela y madre, con quienes vive en una vieja casa de estilo tradicional; su padre biológico, que se pasea por la casa con toda la desfachatez del mundo pese a que no hay ningún tipo de relación entre él y la madre de Midori; su mejor amigo y su novia.

Parece mentira la cantidad de energía que podemos liberar las personas cuando nos concentramos en una sola cosa y nos olvidamos de todo lo demás.

Con esta obra, Kawakami hace que acompañemos a Midori en su búsqueda personal, intentando comprender un poco sobre lo que le rodea, sobre las personas con las que convive y, en particular, sobre sus propios pensamientos y emociones. 

Como en otras historias de autores nipones, creo que Algo que brilla como el mar es una historia que, más que contarnos qué es lo que ocurre, se centra en el cómo ocurren las cosas. La vida de Midori parece ser una serie de anécdotas de diferentes momentos que lo llevan, quizá sin que él se de cuenta, a dar esos pasos necesarios para emprender su propia búsqueda del ser. 

Me gustó leer este libro pero creo que tenía expectativas muy altas porque había leído muchos comentarios muy buenos y como que me quedó a deber. Pero sí me gusta, tiene esa prosa ligera y, no sé, etérea, que tienen los autores japoneses. Me quedo con las reflexiones que plantea la autora a través de sus personajes y con ganas de leer más de la autora, a ver qué encuentro.