MILLER, Madeline. The Song of Achilles. Bloomsbury Publishing. 2011. Edición Kindle.
★★★

A ver, a ver, a ver. Tenía ganas de leer este libro porque hubo unos meses, el año pasado, en los que todo el mundo y su abuelita hablaban de él. Al mismo tiempo, estaba algo renuente porque no sabía qué esperar. Hubo un tiempo, hace unos años, en el que estuve muy obsesionada con la mitología griega y la historia de Aquiles, en general, nunca ha sido de mis favoritas, aunque la Patroclea en la Ilíada fue una de las partes que, recuerdo, me gustaron mucho… Pero no me fío de mis impresiones de la Ilíada, porque la leí hace muchos años en una versión súper resumida, shame on me.

En fin, hace unos meses (de hecho mientras estaba en Canadá), compré el libro para tener algo que leer, y nunca lo hice. Hasta ahora. ¿Pero de qué va este libro?

Patroclo no es precisamente el hijo que Menecio esperaba. Aunque es un príncipe, es débil, flaco y poco apto para las actividades físicas. Por eso, cuando Patroclo mata por accidente al hijo de un noble, Menecio lo exilia sin tentarse el corazón, contento por deshacerse de él. Sin rango, sin privilegios y sólo con su nombre y un par de obsequios para su benefactor, Patroclo es recibido por el rey Peleo en Ftía. Ahí, Patroclo conoce a Aquiles, hijo del rey y la nereida Tetis. 

Aunque en un principio Patroclo no se siente cómodo en Ftía (en especial después de que otra gente se entera de la razón por la cual se encuentra ahí), pronto es cautivado por Aquiles, a quien admira a la distancia (y a quien también envidia un poco al principio), y no pasa mucho tiempo para que entre ambos surja una amistad y, con el tiempo, algo más. Eventualmente todo se complica cuando Helena de Troya es secuestrada y Aquiles se une a la guerra para cumplir con su destino.

La historia está narrada en primera persona desde el punto de vista de Patroclo. Desde un principio esto me llamó mucho la atención porque me preguntaba si esta forma de narrar cambiaría después de que el personaje muere. Y no, esto no es un spoiler porque cualquiera que sepa la historia de Aquiles y Patroclo, sabe quién muere primero, cómo y por qué. Así que, regresando al punto, ésa era mi duda: ¿cómo seguiría la historia una vez ocurrida la muerte de Patroclo? ¿Quién contaría la de Aquiles? ¿Aún sabiendo que esta historia no podía tener un final feliz, lograría llenarme de feels como lo hizo con otras personas que ya la habían leído?

La respuesta a la última de mis preguntas es sí y no. Debo decir que me gustó mucho el estilo de la autora, fluye muy bonito y es un tanto poético. Patroclo se vuelve un personaje simpático, además. Creo que es imposible que no te caiga bien porque es un personaje buena onda y su forma de describir a Aquiles es la de alguien totalmente enamorado, así que si eso es su hit, creo que les gustará la historia. Por otro lado, creo que, a pesar de todo, tenía expectativas muy altas respecto al libro y después de la muerte de Patroclo… bueno, la historia se va con él. El personaje sigue presente y sigue contando todo, pero no sé, el resto de la vida de Aquiles no me cautivó. 

Madeline Miller escribió otro libro, ahora sobre Circe… Se me antoja leerlo, pero no sé si lo haré. ¿Les recomiendo este libro? Sí, si buscan leer algo de contenido LGBTQ+ y les gusta la mitología griega. Eso sí, si son quisquillosos con la precisión de los datos, quizá no les agrade tanto leerlo. (Sí, estoy hablando de ti, Nande).