ALBERTALLI, Becky. Yo, Simón, Homo Sapiens.  

★★★

Simon es gay, pero como muchos otros chicos gays de su escuela, eso es algo que prefiere guardar para sí mismo. No le molesta ser gay, simplemente no es algo que le cuente a todo el mundo. En sus planes está salir del closet en algún momento, pero mientras llega el momento ideal, Simon mantiene contacto con un chico misterioso a través de correo electrónico. 

Todo en su vida va perfectamente bien hasta que en una ocasión deja abierta su bandeja de correo electrónico en una de las computradoras de la biblioteca, y su contenido es leído por uno de sus compañeros. Por si eso fuera poco, dicho compañero ha decidido chantajear a Simon y lo amenaza con publicar sus correos electrónicos si no le ayuda a conquistar a Abby, una de las mejores amigas de Simon. Aunque en un principio nuestro chico se niega a caer en el chantaje, diferentes circunstancias lo orillarán a caer en el juego de su compañero, pues llega un momento en el que no sólo su secreto se ve amenazado, sino también el de su chico misterioso. 

Desde hace tiempo tenía ganas de leer este libro. Lo había visto reseñado en Goodreads y en diferentes blogs literarios, además de ser el protagonista de muchas fotografías instagrameables, y si bien mi copia lleva conmigo casi medio año, apenas lo leí la semana pasada. En pocas palabras, es un libro que me gustó, es entretenido y se pasa volando a tal velocidad que, cuando te das cuenta, has llegado al final.  

Yo, Simon, Homo Sapiens es un libro que toca varios temas. El primero de ellos es, claro está, el asunto de la homosexualidad de Simon y las circunstancias que lo llevan a salir del closet. Es una historia que nos habla de las dudas ante dar ese paso, de la aceptación de quienes importan y del rechazo de aquellos que no valen la pena. Es, también, un libro sobre la amistad y el respeto a los deseos ajenos. 

Y, por su puesto, es un libro que habla del primer amor.

Lo que me gusta de este libro es que podemos conocer a Simon desde dos perspectivas: la de su día a día en la escuela y con su familia, y la del Simon que escribe usando un pseudónimo y se enamora a través de cartas digitales. Hay una sensibilidad increíble en él y en su forma de compartir su perspectiva del mundo con Blue, el chico del que se ha enamorado.

Debo mencionar que hay un momento en la historia en la que realmente me sentí mal por Simon y es después de que lo sacan del closet. Independientemente del hecho de haber violado su privacidad, lo que me llegó fue ese momento en el que él mismo dice que se le arrebató algo que era suyo: la decisión de hacer pública su homosexualidad, porque él tenía todo el derecho de decidir cuándo, a quién, en dónde, cómo y si quería salir del clóset.

Al final, la historia cumple con esa misión de hablar del primer amor, del amor adolescente, y deja abierta la puerta a todo lo que puede ocurrir con Simon y su chico misterioso. 

WILDE, Oscar. El retrato de Dorian Gray. Astiberri. 2012. 256 páginas.

★★★★★

Dorian Gray es un joven muy bien parecido, es joven e inocente, y esas características lo vuelven el modelo perfecto para el pintor Basil Hallward, quien lo aprecia a tal grado que parece idolatrar al joven Gray. Todo comienza cuando Basil, más por compromiso que por deseo, presenta a Dorian con su amigo, Lord Henry Wotton. Pronto, la atención que Dorian brindaba a Basil pasa a ser para Henry, quien sorprende a Dorian con su particular forma de ver el mundo e influye en él para que la idea que tiene del mundo y de sí mismo cambie por completo.

En los últimos meses, entre otras cosas, he hecho relecturas de diferentes textos; este en particular lo leí por primera vez hace algunos años y he releído algunos de mis fragmentos favoritos en diferentes ocasiones.

El libro gira alrededor de la búsqueda constante del placer, del hedonismo puro y de la destrucción del alma cuando se cree que no existen consecuencias para nuestros actos. El personaje de Dorian es quien realiza una serie de acciones perversas que se reflejan en una pintura realizada por Basil: mientras el Dorian de la vida real permanece joven y hermoso, sus vicios se traducen en cambios cada vez más drásticos en su imagen retratada. 

Dorian es un personaje que me gusta y, al mismo tiempo, me desagrada. En cierto sentido, pasa como con quienes rodean al joven: el lector también resulta cautivado por la personalidad del chico. Eso no significa que no resulte terrible su actitud conforme avanza la historia, pero es precisamente ahí en donde radica lo interesante. Dorian es un personaje contradictorio: hermoso y horrible al mismo tiempo, cautivador y repulsivo en su fealdad interior. 

Al final, Dorian siempre me ha parecido víctima de las circunstancias, y si bien no deja de ser horrible su actitud y en ningún modo justifico su actuar, el personaje más terrible no es él, sino Lord Henry: él es consciente de su influencia en el chico y en ningún momento siente remordimiento o repulsión ante las acciones de Dorian, al contrario. Lord Henry observa todo con frialdad, indiferencia y aburrimiento.

Las ilustraciones de esta edición corren a cargo de  Javier de Isusi y acompañan a la obra a la perfección. Hay pocos libros que me cautivan tanto como lo hace El retrato de Dorian Gray, por su historia y por la forma como está narrada, y esta edición ilustrada definitivamente ha sido una de las mejores inversiones que he hecho este año.

Hoy es el segundo día de octubre. Aunque no ha pasado demasiado tiempo desde la última vez en la que publiqué algo aquí, sí siento que ha sido más. El calendario dice que ese post fue publicado el 7 de septiembre, y yo, por mi parte, siento como si hubiera pasado una eternidad.

Han pasado muchas cosas en este mes, tanto a nivel personal como a nivel nacional y realmente no pretendo hablar sobre ello, en especial sobre lo último. Baste decir con que extraño pasarme por aquí y escribir sobre los libros que leo. O leía. Hace tiempo que no leo un libro completo, sólo pedazos por aquí y por allá. 

La vida de adulto (que nadie me preguntó si quería tener) impide que le dedique el tiempo que quisiera a este espacio y, en consecuencia, también a los blogs de otras personas.

¿En qué he andado últimamente?

En mi trabajo, honestamente. Tengo el doble de horas de trabajo que el cuatrimestre pasado, pero fue un cambio un tanto drástico y no he logrado acoplar mis horarios como se debe. Además, tengo muchos más alumnos que antes y muchas materias que exigen una revisión exhaustiva de los trabajos que les dejo.

Pese a todo, sigo por aquí, a veces leyendo a lo ninja lo que escriben otros, pero aquí sigo. 

Algún día nos volveremos a leer con mayor frecuencia.